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16 Cuando se dieron cuenta de que el rey no iba a hacerles caso, todos los israelitas exclamaron a una:

«¡Pueblo de Israel, todos a vuestras casas!
    ¡Y tú, David, ocúpate de los tuyos!
¿Qué parte tenemos con David?
    ¿Qué herencia tenemos con el hijo de Isaí?»

Así que se fueron, cada uno a su casa. 17 Sin embargo, Roboán siguió reinando sobre los israelitas que vivían en las ciudades de Judá. 18 Más tarde, el rey Roboán envió a Adonirán[a] para que supervisara el trabajo forzado, pero todos los israelitas lo mataron a pedradas. ¡A duras penas logró el rey subir a su carro y escapar a Jerusalén!

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Footnotes

  1. 12:18 Adonirán (mss. de LXX y Siríaca; véanse también 1R 4:6 y 5:14); Adorán (TM).